febrero 16, 2010

México en manos de un torturador

Muchos podríamos creer que para el sexenio de Echeverría (1970-1976) habría una justificación a su mal gobierno, y está sería la presión que le dejó el antecedente del movimiento de 1968, pero eso no es más que una simple mentira.

Considero que si existía en su gobierno el presidencialismo, entonces por qué no aprovecharlo para que con su poder pudiera resolver algunos de los conflictos que se presentaban en ese entonces, como la marginación, el analfabetismo, la demanda de servicios, entre otras muchas cosas, de manera perspicaz, y no utilizarlo como lo han hecho y me atrevo a decirlo, para beneficio propio, Echeverría lo hizo con su “Modelo de Desarrollo Compartido” que supuestamente destinaba mayor gasto público y como consecuencia una corrupción desenfrenada y un tráfico de influencias enorme. Había grandes descontentos con la sustitución de importaciones, pero al descubrirse yacimientos petroleros que para él pudieron haber sido un prodigio, creo que la gente aminoro su descontento ya que de cierto modo, el petróleo agudizó la economía del país, aunque considero que debió haber actuado de forma sensata y no dejarse llevar por el frenesí del ingreso que daba el crudo disparando el precio del barril hasta ya no poder hacer nada, esta jugada trajo un beneficio momentáneo, pero como consecuencia el desplome del precio de esté, así como la secuela de una disminución de la inversión privada y un aumento en el gasto público; de este modo, se emitió papel moneda sin valor y hubo una crecimiento de la deuda externa, para solucionar parte del problema se implemento como solución la compra de empresas en bancarrota para sostener empleos, pero esto a costa de ineficiencia y corrupción indudablemente.




Qué más podría esperarse con la crisis de 1976, ciertamente otra devaluación del peso y una creciente inflación. Creo que el pueblo mexicano estaba decepcionado por su mala elección, y aún buscando una solución por parte de su gobierno, qué le restaba a esta sociedad, más que quedarse en manos de un hombre sin escrúpulos, Echeverría, quien indudablemente tiene un alto grado de involucramiento en la llamada “Guerra sucia”, que es un período de la vida nacional marcado por turbulencias internas y la amenaza comunista, a lo cual el estado actuó de forma brutal, dejando innumerables personas torturadas y desaparecidas que sólo perseguían la reivindicación hacia los pobres y oprimidos. Muchos creen que alentó la crítica informativa y de prensa y pienso que si lo hizo pero comprándola para que sólo dijeran las cosas sin perjudicar tanto su gobierno.


Pero claramente mientras el pueblo mexicano no haga nada ante la injusticia que ejerce el gobierno, seguiremos sustentando esta infamia y llevaremos a México a un fin sin resarcimiento.

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