febrero 16, 2010

Entrevista a Miguel De la Madrid Hurtado

Entrevista ficticia al ex presidente, Miguel de la Madrid Hurtado.


Miguel de la Madrid Hurtado, fue el presidente numero 81 de la República Mexicana, su sexenio abarco 1982-1988. Ocupo varios cargos públicos importantes relacionados con las finanzas de su país. Fue subdirector de Pemex y en mayo de 1972 retornó a la Secretaría de Hacienda como director general de Crédito Público. Durante su mandato, México sufrió una de las peores catástrofes de su historia el terremoto del 85.

Hola señor presidente, es un gusto para mi estar aquí con usted, le agradezco el a ver aceptado esta entrevista y el permitir conocer a un mas de lo que fue su sexenio.
Es un gusto para mí compartir, todo lo que es de su interés.
Sr. Ex presidente ¿Quisiera que me platicara, cómo sintió a México al llegar al poder?

Pues todos saben que cuando yo entré, herede parte de la crisis económica; que logro mi antecesor al nacionalizar la banca, lo que trajo consigo una fuerte inflación. Pero considere que el país tenía deseos de crecer y mejorar.
¿A que se debió que usted le dio seguimiento al modelo neoliberal?
Bueno eso fue por que era el modelo que habían manejado otros países desarrollados y lo considere apropiado para el pías, dejando en claro que este modelo se concibió como una política económica basada en la apertura y en la expansión del comercio y las exportaciones.
México se encontraba en una situación muy difícil, ante la dura crisis en la que se vio muy afectada

¿Qué fue o que hizo para atenuar los efectos inmediatos de la crisis económica?
Se tuvo que disminuir la deuda externa, para así poder estabilizar la economía y sentar las bases para un cambio estructural que se logro llevarlo acabo en el tamaño y la cobertura del sector público, compactando el apartado gubernamental, liquidando y vendiendo entidades, como también me vi. En la necesidad de poner en marcha la privatización de empresas paraestatales y de obtener prestamos internos.


Mexico fue aceptado por el GATT, siendo que este fue el punto más fuerte en su administración. ¿que se tuvo que hacer para que esto se lograra?

Se renegoció la deuda externa aplicando un plan de austeridad en el gasto, conjuntamente se emprendió la renovación moral de la sociedad y realizamos campañas anticorrupción en los cargos públicos.

A ver, usted en si quería lograr que el país estabilizara su economía, pero platíqueme como pretendía que esto fuera posible ya que se tenían muchos problemas económicos. ¿Qué fue lo que usted se vio en la necesidad de hacer para que el país estuviera en un cambio estructural?

Se tuvo que enfatizar para salir de la crisis y recuperar el crecimiento; fue necesario distinguir entre acciones realizables a corto plazo, que atendieran a prioridades que ameritaban una respuesta inmediata y una segunda etapa de acción, con medidas de largo alcance, en donde se sentarían las bases, de una transformación profunda de la estructura económica nacional y se atacaría la raíz misma de los problemas que vivía el país.

Que interesante creo que en este caso fue efectivo como usted lo menciona, ¿Pero qué modelo o que instrumentos utilizó como guía para continuar adelante a nueva política económica?
Fue el Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE), retomando también, y el Plan Nacional de Desarrollo (PND).

¿Cuénteme en que consistió cada uno de ellos?

Mira con el PIRE, se trato de combatir la inflación, proteger el empleo y recuperar un elevado de crecimiento. El PND, señalaba que había que sustituir importaciones, pero a su vez había que fomentar, y diversificar, aumentando la importancia relativa de las exportaciones.

Tengo entendido que se desarrollaron una series de tareas ¿cuales fueron?


Mira cabe mencionar que fue posible disminuir el gasto público, aumentaron los ingresos fiscales y se restauro la administracion pública, canalizandose selectivamente el crédito a las prioridades de desarrollo.


¿Como afronto la gran catastrofe en la que Mexico se vio devastado con el terremoto del 85?

Fue sin duda un golpe muy doloroso para nuestro pais, ya que se perdio gran parte del territorio Mexicano y muriendo posiblemente más de 20.000 personas y miles quedaron sin hogar. mexico se tan afectado en todos los sentidos.



¿Algo que siempre me he cuestionado, es el por que no quiso recibir ayuda ayuda extranjera para enfrentar la tragedia, como su decisión de no permitir que el Ejército colaborara con la población en las labores de rescate durante las primeras horas posteriores al terremoto?

No es que no haya querido, pero la Administración si podia con es tragedia y claro, que si nos apoyaron...


En 1987 ya casi por terminar su sexenio se dio una recuperacion en las exportaciones no petroleras ¿como fue posible?.


Gracias al valor competitivo del peso y el sellado de importantes acuerdos crediticios con la banca internacional, se recupero el precio del barril de crudo, asi que las reservas de divisas elevó su nivel hasta el valor histórico de los 15.000 millones de dólares.

Muchas gracias fue un honor que me haya concedido unos minutos de su tiempo, esta entrevista, pues no me queda duda, que si le toco un México dificil y que tuvo pocos logros para el pais, pero los que tuvo fueron muy significativos.


Fue un placer.
















Monitos sobre Zedillo

En palabras de Salinas: "Política de ficción".

Carlos Salinas de Gortari gobernó México de 1988 a 1994. Es recordado como uno de los peores presidentes que ha tenido México. Bajo la promesa de prosperidad, avance y modernización, llevó al país a una crisis política, económica y social. Envuelto en toda clase de escándalos relacionados con el crimen, el robo, el abuso y el enriquecimiento ilícito, se convirtió en un estigmatizado para casi todos los mexicanos.
Sin embargo, 16 años después del fin de su sexenio, está de nuevo en la vida pública y política del país. Muchos dicen que su trabajo comenzó desde hace tiempo y que su objetivo es recuperar elpoder.
Ésta es una entrevista ficticia sobre algunos hechos recientemente ocurridos. Suponemos que las que aquí se exponen podrían ser sus posibles respuestas.Pero no olvidemos nunca que la realidad simepre supera la ficción.

¿Cómo fue para usted vivir en el exilio?
No viví en el exilio, simplemente me alejé a descansar del arduo trabajo que tuve como presidente de México.

¿Fue un trabajo arduo?
Claro. No es fácil dirigir a un país, conducirlo al primer mundo, abrir sus fronteras para los beneficios del libre mercado.

Pero su trabajo llevó a país a una crisis al final de su sexenio…
En mi sexenio no pasó nada. No es mi responsabilidad. En 1995, que ya perteneció al periodo de mi sucesor, el error fue aumentar las tasas de interés, que ente otras medidas, y eso contribuyó al derrumbe financiero del final del siglo", Y ya luego sucedió lo que la historia nos ha mostrado: en las crisis ganan el poder los partidos fascistas.

¿El gobierno actual es fascista?
Es un gobierno en ruinas, sin experiencia, dividió en su interior y que ha divido al país con sus malas estrategias políticas.

¿Pero es fascista?
Es vergonzoso. Vea los índices de delincuencias, los problemas con los que la gente decente y trabajadora debe lidiar.

¿Cómo cuáles?
Los secuestros, las matanzas, el desempleo… Parece que es el crimen organizado quien nos gobierna y esto causa unos estragos…

¿A qué se debe que el crimen organizado esté causando tantos estragos en la actualidad?
Se debe a la mala administración del gobierno. El crimen organizado requiere ser eficazmente administrado para que opere con acotamientos y sin causar matazones, secuestros, extorsiones y balaceras de manera indiscriminada. Hay que ser realistas: es imposible acabar con ellos, así que debemos trabajar en conjunto para que sigan generando las riquezas que producen, pero sin causar estragos sociales. Combatirlos es ponerlos nerviosos, a la defensiva, y eso es lo que ha hecho Calderón. Hay que negociar para obtener beneficios, en lugar de censurar.

¿Pero no le parece que decir eso es equiparar la política con el crimen, y que todo esto causa un daño terrible a la sociedad?
Más daño causa a la economía y a los intereses de los inversionistas, que son los generadores de empleos, de crecimiento económico y, por lo tanto, de las mayorías, combatir a estos grupos que, como sea, son fuertes y dejan mucho dinero al país. Un gobierno que desea llevar a México a la bonanza económica debe tener dineros suficientes para llevar beneficios a todos los sectores de la población, ¿y de dónde cree usted que viene ese dinero?
Además, para ser un buen político hay que ser un buen negociante, hay que pensar como empresario, y si se piensa como tal no puede uno pelear con los grupos fuertes y poderosos de entrada, hay que formar alianzas de ayuda mutua, poner reglas, establecer límites.

Pero si usted está dispuesto a permitir las actividades ilícitas del crimen, ¿entonces cómo se puede confiar en usted?
Mire, yo no les estoy pidiendo que confíen en mí, eso no me interesa. Yo sé lo que le conviene al país, sé a quiénes hay que beneficiar, a quiénes hay que tolerar para irles restando poder, sé cuál debe ser el destino de la economía. Yo no sé como conducir entrevistas y por eso ni las hago ni le digo a usted cómo hacerlas, ¿verdad? Así que déjenme a mí hacer mi trabajo, que en eso sí soy experto. Ya luego, cuando se cosechen los resultados entonces si confirmen o no si podían confiar en mí.

¿Entonces usted desea volver a tener a su cargo al país?
Las leyes de nuestro país son claras al respecto: nadie puede ocupar la presidencia por más de seis años.

Pero hay muchas maneras de estar en el poder sin ocupar ese puesto. Se pueden establecer relaciones, alianzas…
Ah claro, pero no hay nada turbio ahí. Así como hay quien no confía en mí, hay quienes confían y ellos se buscan para asesorarse, para saber mi opinión, mi postura, y yo siempre pondré mi experiencia y conocimiento al servicio de mi país.

¿Del país o de los grupos de poder económico?
De los dos, porque al favorecer la economía se favorece al pueblo.

Pues esos beneficios no los ve la gente. Hace poco proceso publicó los resultados de una encuesta que dice que más del 80% de la población cree que usted debe ser enjuiciado…
La gente siempre cree lo que le dicen que crea. Si uno de esos líderes de opinión dice que hay que enjuiciar a alguien, todos lo repiten porque creen que esa persona sabe mucho y es digna de credibilidad. Si sale en la tele ya es alguien importante. Claro que son gente sencilla que no tiene por qué saber de política o de estrategias económicas, eso le toca a los gobernantes. A la gente sólo le toca elegir a gente capaz y preparada que sepa conducir el rumbo de la nación.

¿Cómo quien?
Cualquiera que tenga experiencia demostrable, que tenga visión y habilidad política.
Como usted…
Claro, pero no soy el único, afortunadamente hay personas muy capaces

¿Peña Nieto, Fidel Herrera, Fernández de Ceballos?
Son buenos ejemplos.
¿A pesar de su antecedentes?
Si se refiere a que son buenos negociantes y que conocen la realidad y las necesidades de México, sí.

Aunque se les hayan imputado fraudes, lavado de dinero, gastos excesivos de campaña…
Como buenos líderes tienen sus enemigos.

O sea que nada de esto es verdad…
De los políticos se dicen muchas cosas, especialmente de los buenos porque tienen muchos enemigos que buscan su desprestigio.

Como los que inventaron que su hermano Raúl Salinas estaba coludido con el narcotráfico que fue el responsable del asesinato de Ruiz Massieu…
Raúl ha sido juzgado y ha cumplido su condena. Yo nada tengo que ver con eso.

¿Qué opina usted de las palabras que le concedió el ex presidente Miguel de la Madrid a la periodista Carmen Aristegui sobre su gobierno?
Mi querido maestro es ya un hombre mayor, que sufre de innumerables males a consecuencia de la edad, entre ellos, lagunas mentales que no le permitieron entender las preguntas de los reporteros. Además, creo que la señora Aristegui abusó de las malas condiciones de un pobre anciano y así se lo hice saber. Me pareció muy humillante y muy injusto que lo acosara con tanta información y le dirigiera las respuestas de manera tan evidente.
Él mismo se retractó cuando se dio cuenta de lo que esta señora le había orillado a decir…

¿Y usted no le pidió que lo hiciera?
¡Por supuesto que no! El licenciado De la Madrid es mi maestro, yo no tengo ninguna autoridad sobre él para pedirle nada.

¿Y no le molestó lo que dijo cuando se enteró de lo sucedido?
Claro que no. Le repito que era absolutamente notorio que la señora lo acosaba y abusaba de su estado tan delicado y frágil. Además yo conozco la opinión del maestro sobre mí, y jamás dudaría de su apreció.

Para terminar dígame, ¿qué es lo mejor que le puede pasar al país en las próximas elecciones?
El rumbo del país no tiene por qué ser incierto. La gente quiso otro gobierno y lo tuvo, pero su incertidumbre creció. Ya hemos probado de todo y es tiempo de decidir qué es lo mejor para el país. Ante la actual situación económica, México debe volver a la conducción de un capitalismo de estado, bajo el liderazgo de un gobierno de centro izquierda, la gente debe saberlo y debe apoyar ese gobierno que recuperé las riendas pérdidas, México necesita líderes comprometidos, experimentados y con mucha preparación.

Presidencialismo Cínico



Miguel De la Madrid Hurtado
Su sexenio abarco de 1982-1988. Desde mi punto de vista objetivo considero, que todos teníamos la esperanza de que Miguel de la Madrid sacaría adelante al país, bueno hay que reconocer que le toco un México difícil debido a su antecesor José López Portillo quien le dejo una fuerte crisis económica, tras haber nacionalizado la banca tras dos sexenios de gastos execesivos, que esta trajo consigo una elevada inflación que perjudico mucho al pueblo mexicano, puesto que eso fue lo que iba empeorando al país ya que la producción agrícola e industrial estaba hundidas y las empresas se vieron muy afectadas por la falta de presupuesto y debido a esto fue que el empleo informal creció en un 20%, y el ahorro interno con el que contaba nuestro país en esos momentos se había reduciendo, para la renovación moral de la sociedad elabora un Plan Global de Desarrollo, y el Plan Nacional de Desarrollo, ingenuamente se creyó que con este plan levantaría de los problemas pero no fue así.
Con nuestro modelo de presidente, Miguel de la Madrid Hurtado se da un cambio drástico al abrirnos nuevas fronteras al país tanto para el comercio como para la inversión del capital extranjero; destaca entonces al GATT, que es un acuerdo general sobre el comercio y aranceles (por sus siglas en ingles). En lo político considero que si bien el gobierno mantuvo bajo control con la estabilidad, ante las naciones del mundo nos vimos fortalecidos debido a la crisis que padecimos, fue hasta entonces que los efectos de la crisis se aligeraron, bajo el salinismo, fue que nuestra presencia hacia el exterior se recobró.
En lo social, tanto como el Plan Global de Desarrollo como el Plan Nacional de Desarrollo del 1982-1988 fracasaron rotundamente, pues lejos de cumplir con sus objetivos, la situación se agravo de manera alarmante, que solo ocasiono que se produjera un deterioro en el nivel de vida de la población. A diferencia de estos, el P.N.D. no fue tan malo ya que los objetivos que tenía eran positivos, aunque habían los mismos objetivos sociales, los resultados fueron diferentes, lo cual atribuimos a las diferentes políticas económicas que se instrumentaron en cada sexenio. En lo económico y referente al P.G.D. este también efectivamente hubo crecimiento, aunque cabe recalcar que se registro un crecimiento aunque a un alto costo social. Es importante mencionar que en este periodo si hubo desarrollo, y si se dieron resultados positivos cuantitativos, pero no cualitativos es decir se tenían cantidades pero no se sabía de dónde salian o como se obtenían, por otra parte el PND fue un total y rotundo fracaso por completo puesto que no hubo crecimiento económico. Fue bajo el PND del sexenio posterior que los efectos de la crisis económica se disminuyeron y se logro un modesto crecimiento económico con vías a un desarrollo del que todos los presidentes prometen durante su presidencia.





Entrevista a Luis Echeverría


A continuación se presenta una entrevista ficticia a Luis Echeverría Álvarez.

Luis Echeverría es el presidente número 79 de México, su sexenio inicia en 1970 encontrandose por finalizar este año de 1976. Es un hombre conocido por ser funcionario del P.R.I. ocupando diversos cargos importantes. Más tarde, fue Director General de Cuenta y Administración en la Secretaría de Marina. Por su capacidad llegó a Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública y más tarde Sub-secretario de Gobernación y secretario de esa misma dependencia, y bajo su organización se preparó la iniciativa de Reforma Constitucional. Su mandato es distinguidó por una política de inversiones y de realización de obras públicas sin precedentes, asi como también por su involucramiento en la "Guerra Sucia".

Entrevistador: Buenas tardes Sr. Presidente. Le agradezco el permitirme realizar está breve entrevista, siendo usted conocido por su rigidez ante la prensa.
Echeverría: Buenas tardes, no tiene por qué, es para mi un gusto poder aclarar algunas de sus

dudas.

Entrevistador: Digame señor presidente, ¿Cómo se siente al estar por terminar su mandato?



Echeverría: Pues, no puedo decir que logré todas mis expectativas, pero consideró que ayude a esté país con mi "Modelo de Desarrollo Compartido", ya que el país se encontraba en una situación social debastadora, con el antecedente que todos conocemos. Ádemas, considero que fue un beneficio, no sólo para el país si no para nuestros inversionistas extranjeros, el encontrar petróleo.


Entrevistador: Es claro que México es beneficiado, por comercializar el petréleo.Pero entonces,

¿Por qué no administrarlo de manera prudente?, y elevar el precio, hasta caer, y quedar en manos extranjeras.



Echeverría: Bueno, el país estaba mal en nivel de economía, así que al tener el petréleo considere una salvación,por así llamarlo, para el país pues lo que se quería eran ingresos, para ayudar a nuestro pueblo. Así que al final creo que la intervención de Estados Unidos nos saco del hoyo.

Entrevistador: Si Sr. Presidente, pero esto incremento la deuda externa. ¿Ese incremento es

considerado beneficioso para el país?

Echeverría:Muchos mexicanos consideran que no, pero viendolo internamente, en mi mandato,
era la unica solución, no es del todo malo, el país sabra como salir de esto, considero que mi sucesor sería una buena guía para esto.

Entrevistador: Pero su sexenio es considerado como el mayor acrecentador de la deuda externa.


Echeverría: Si lo he escuchado, pero creame lo hicimos pensando en el país, como le he dicho mi sucesor tendra una estrategía para subsanar, esto que podría verse como error.


Entrevistador: Digame Sr. Presidente.¿Considera que la compra de empresas y tecnología fue

sensata?


Echeverría: Claro que lo fue, ya que ayudo a mucha gente, dandoles empleo.


Entrevistador: ¿Aún siendo empresas en bancarrota y tecnología de segunda mano?


Echeverría: Bueno, ese hecho no implica que no se pudiera trabajar, ádemas fue para iniciar a
méxico como país con tecnología.


Entrevistador: Desviandome un poco, ¿Considerá que su posible involucramiento en la "Guerra
sucia" fue presión para usted en su mandato?


Echeverría: Mire, no sé por qué la gente cree eso, he hablado mucho sobre ese tema, y para mi

está más que claro, hice lo mejor por mi país y no creo haber decepcionado a mi

pueblo.Le agradezco su tiempo e interés por mi mandato. Gracias por su entrevista.


Entrevistador: Fue un gusto poder llevar a cabo mi entrevista.


México en manos de un torturador

Muchos podríamos creer que para el sexenio de Echeverría (1970-1976) habría una justificación a su mal gobierno, y está sería la presión que le dejó el antecedente del movimiento de 1968, pero eso no es más que una simple mentira.

Considero que si existía en su gobierno el presidencialismo, entonces por qué no aprovecharlo para que con su poder pudiera resolver algunos de los conflictos que se presentaban en ese entonces, como la marginación, el analfabetismo, la demanda de servicios, entre otras muchas cosas, de manera perspicaz, y no utilizarlo como lo han hecho y me atrevo a decirlo, para beneficio propio, Echeverría lo hizo con su “Modelo de Desarrollo Compartido” que supuestamente destinaba mayor gasto público y como consecuencia una corrupción desenfrenada y un tráfico de influencias enorme. Había grandes descontentos con la sustitución de importaciones, pero al descubrirse yacimientos petroleros que para él pudieron haber sido un prodigio, creo que la gente aminoro su descontento ya que de cierto modo, el petróleo agudizó la economía del país, aunque considero que debió haber actuado de forma sensata y no dejarse llevar por el frenesí del ingreso que daba el crudo disparando el precio del barril hasta ya no poder hacer nada, esta jugada trajo un beneficio momentáneo, pero como consecuencia el desplome del precio de esté, así como la secuela de una disminución de la inversión privada y un aumento en el gasto público; de este modo, se emitió papel moneda sin valor y hubo una crecimiento de la deuda externa, para solucionar parte del problema se implemento como solución la compra de empresas en bancarrota para sostener empleos, pero esto a costa de ineficiencia y corrupción indudablemente.




Qué más podría esperarse con la crisis de 1976, ciertamente otra devaluación del peso y una creciente inflación. Creo que el pueblo mexicano estaba decepcionado por su mala elección, y aún buscando una solución por parte de su gobierno, qué le restaba a esta sociedad, más que quedarse en manos de un hombre sin escrúpulos, Echeverría, quien indudablemente tiene un alto grado de involucramiento en la llamada “Guerra sucia”, que es un período de la vida nacional marcado por turbulencias internas y la amenaza comunista, a lo cual el estado actuó de forma brutal, dejando innumerables personas torturadas y desaparecidas que sólo perseguían la reivindicación hacia los pobres y oprimidos. Muchos creen que alentó la crítica informativa y de prensa y pienso que si lo hizo pero comprándola para que sólo dijeran las cosas sin perjudicar tanto su gobierno.


Pero claramente mientras el pueblo mexicano no haga nada ante la injusticia que ejerce el gobierno, seguiremos sustentando esta infamia y llevaremos a México a un fin sin resarcimiento.

febrero 15, 2010

El gran engaño del Salinato

Todos conocemos el camino que siguió Salinas para llegar a la presidencia de México en 1988, el mismo que siguieron los presidentes anteriores, aunque en para entonces ya no fue tan fácil. En un principio se dijo que todo se orquestó mediante la famosa caída del sistema, pero se maneja también la versión de que no existió y que es un invento del mismo Salinas, que sirvió para manipular los resultados de la elección. Como sea, logró el fin buscado: el fraude y la llegada al poder.
En el inicio, hablar del Salinato significaba hablar de nuestro país dando el “gran salto” hacia el primer mundo, de su “entrada triunfal” a los mercados internacionales, de la consolidación de la tecnologización y el avance planeado desde gobiernos anteriores. Ésas eran las promesas hechas con palabras rimbombantes, perfectamente planeadas para hacer mella segura y positiva en las conciencias del pueblo. Jamás se habló de las consecuencias de aquellos saltos, entradas y avances y, por lo tanto, no se cuestionó si convenía, si era adecuado; nunca se hizo la aclaración sobre quiénes serian los beneficiarios del plan del gobierno de Salinas.
Se dice que Carlos Salinas ha sido el presidente más preparado y culto que ha tenido nuestro país. Se le veía como un hombre joven, emprendedor, entusiasta, que jugaba al tenis y sonreía en las fotografías oficiales, que vestía jeans y playeras, que sabía mostrarse serio cuando la situación lo ameritaba, pero que se proyectaba simpático y bromistas como un hijo más del pueblo cuando del pueblo se trataba.
No hay duda alguna de su inteligencia, de su excelente sentido económico, de su talento financiero, de su majestuosa facilidad para ganar dinero, crear acuerdos, solucionar querellas. Resulta incuestionable su carisma, su agilidad publicitaria, su facilidad de palabra. Es una pena que halla usado todas sus cualidades con un único objetivo: su beneficio y el de aquellos que al beneficiarlos le retribuyeran el favor con creces.
Investido de la figura presidencial, Salinas dejó atrás la dura soberbia de su antecesor y mentor Miguel de la Madrid, así como los desplantes de empoderamiento de Portillo. Él era más sutil: no tenía que anunciarse omnipotente porque no convenía a la imagen que deseaba proyectar; lo importante no era anunciar su poder sino emplearlo, hacer y deshacer, mover los hilos adecuados y convenientes a sus intereses.
Salinas se mostró como el presidente que cambiaría México: tanto su actitud como su plan de gobierno estaban encaminados a mostrar un corte absoluto con sus predecesores del partido: hombre amable, integrador, conciliador, que sabe lo que hace, que posee las relaciones, carismático, sencillo, uno más de nosotros; todo era una máscara que disfrazaba el empoderamiento absoluto que sentía y ejercería.
En realidad el Salinato no fue más que lo mismo que había sucedido en México con los otros presidentes, sólo que en otro momento, y con otras implicaciones y consecuencias. Significó la consolidación de la implantación del Neoliberalismo que comenzó en el periodo de Echeverría y que continuaron —movidos por la presión de los Estados Unidos— los gobiernos de Portillo y de De la Madrid.
“El pelón”, —como popularmente se le llamaba a Salinas— continuó la línea del poder absoluto fundado en el presidencialismo, acaparó la información y las decisiones que concernían al país, ignoró a sus críticos y detractores con un simple “Ni los veo ni los oigo”, y controló a los medios de información con las mayores concesiones que se han dado en la historia de México, publicidad y autonomía para enriquecerse libremente.
Implementó una política económica perfecta para que el país fuera comprado a pedazos por los ricos y poderosos de capitales nacionales y extranjeros. Abrió las puertas a los monopolios, apoyó la privatización de los bienes nacionales de todas las índoles, incluida la tierra ejidal; en resumen, benefició sólo a aquellos que ya eran ricos.En cuanto al grueso de la población mexicana, implementó paliativos como su tan difundido programa Solidaridad, los cuales sólo sirvieron para crear una pantalla de atención y cuidado por parte del gobierno a los problemas sociales.
Una vez más, México creyó las palabras de su mandatario: entraríamos a la nueva era que vivía el mundo, comandados por un capitán preparado y consciente de las necesidades del país. Otra vez mordimos el anzuelo de la promesa de una bonanza política, económica y social, y tal promesa nos fue suficiente.
De nuevo, al terminar el sexenio, descubrimos el engaño y padecimos las consecuencias de habernos dejado timar. La devaluación, la crisis económica, la crisis política al interior de PRI, el surgimiento de un movimiento armado al sureste del país, la pérdida masiva de empleos, el aumento del IVA al 16%, entre otros, fueron las nuevas causas de indignación, de rabia y de desilusión.
Luego llegaron las noticias de fraudes, asesinatos, malversación de fondos, familiares coludidos con el narco, divorcios millonarios, embrujos vudús, cuentas multimillonarias en Suiza y aparecieron tantas mentiras que una vez tomamos como verdades. La indignación aumentó y la petición de un juicio político al criminal que hundió al país en una de sus peores crisis creció como la hierba.
Los escándalos en los que se vio implicada su familia y la creciente fractura de ilícitos en los que incurrió su gobierno le costaron la renuncia a sus pretensiones laborales internacionales, así como una molestia de los mexicanos que duraría más de una década, obligándolo a mantenerse alejado de la política mexicana y del país.
Sin embargo, el daño del salinismo aún se palpa, aunque cuando se lee sobre su gira por el país, de sus conferencias a empresarios y sus encuentros con los líderes del priismo, es factible reconocer cierto grado de olvido, aun cuando la realidad en que vivimos es, en gran medida, su constructo.
En el supuesto destierro a que se vio condenado, vivió tranquilo, disfrutando de las ganancias de su productivo trabajo en el gobierno mexicano, quizás esperando el momento en que se calmaran las aguas, pero desde la abundancia.
El país, y la enorme mayoría de la población, por el contrario: enfadados, empobrecidos, humillados por las mentiras de un empleado que abusó, como siempre han hecho los presidentes, de su poder.
No debemos olvidar lo que nos hizo Salinas, no debemos permitir que vuelva a tomar un lugar en nuestra política; tal vez es tiempo de asumir nuestra responsabilidad y dejar de creer en palabras, dejar de conformarnos con promesas y sueños. Si él abusó es también porque nosotros le dimos paso a su crimen y si vuelve será porque no le ponemos un freno: aprendamos de nuestra historia y de nuestros errores.